Santo Dominguito de Val o del Val es una figura legendaria medieval de Zaragoza. Según la leyenda fue un infante del coro de La Seo, la Catedral de Zaragoza, que fue la víctima de un asesinato ritual por judíos de la aljama de la ciudad el 31 de agosto de 1250. Es uno de los libelos de sangre que se extendieron durante la Edad Media contra los judíos.
La leyenda
Dominguito era hijo de Sancho de Val, notario, e Isabel. Infante del coro de La Seo, a los siete años fue engañado por el judío Albayuceto que con algunos otros trataron de repetir la Pasión de Cristo y lo crucificaron en una pared con tres clavos y abierto el costado. Luego lo decapitaron y cortaron los pies, ocultando el cuerpo en la ribera del Ebro. Unos barqueros, viendo unas extrañas luces, avisaron a las autoridades, que encontraron el cuerpo enterrado donde indicaban las dichas luces.
Los restos fueron llevados a la iglesia de San Gil y más tarde a la Catedral, dónde en la capilla de Santo Dominguito de Val todavía se veneran sus reliquias.
La historia
El suceso es similar a otros narrados posteriormente como el del Santo Niño de La Guardia y el del Santo Niño de Sepúlveda y se enmarca dentro del antisemitismo europeo de la Edad Media y Moderna. El origen parece estar en el The Life and Miracles of St. William of Norwich (La vida y milagros de San Guillermo de Norwich) escrita por Thomas of Monmouth en 1173. El libro cuenta la historia de Guillermo de Norwich, un niño inglés que apareció muerto en las cercanías de Norwich el Sábado Santo de 25 de marzo de 1144 y cuya muerte fue atribuida a los judíos de la ciudad.
La leyenda se extendió por toda Europa y se menciona en muchos documentos:
Et porque oyemos decir que en algunos lugares los judíos ficieron et facen el día del Viernes Santo remembranza de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo en manera de escarnio, furtando los niños et poniéndolos en la cruz, o faciendo imágenes de cera et crucificándolas cuando los niños non pueden haber, mandamos que, si fama fuere daquí adelante que en algún lugar de nuestro señorío tal cosa sea fecha, si se pudiere averiguar, que todos aquellos que se acercaren en aquel fecho, que sean presos et recabdados et aduchos ante el rey; et después que el sopiera la verdad, débelos matar muy haviltadamente, quantos quier que sean.
Alfonso X el Sabio, Partidas, VII, XXIV, ley 2)
También Geoffrey Chaucer lo menciona en sus Cuentos de Canterbury (1387), concretamente en el Cuento de la priora habla del niño Hugo de Lincoln asesinado por judíos en el 1255.
Cuentos similares sobre niños martirizados se han repetido en toda Europa, pudiéndose contar seis casos en el siglo XII, quince en el XIII, diez en el XIV, dieciséis en el XV, trece en el XVI, ocho en el XVII, quince en el XVIII y treinta y nueve en el XIX.
La veneración del santo
Dominguito fue canonizado y se le considera el patrón de los infantes de la escolanía de la ciudad y de los monaguillos.
También se creó una cofradía de labradores para recordar el hecho y celebrar la conmemoración. La cofradía fue renovada en 1496, año en el que los restos del santo fueron trasladados de la capilla de San Vicente a la sacristía. Más tarde se llevaron a la capilla del Espíritu Santo hasta que en 1671 se creó su propia capilla que todavía existe.
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