Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año. El mismo nombre del lugar derivaría de la palabra celta abal, manzana.
Se dice que la palabra Ávalon es una adaptación de la palabra celta Annwyn, que designa al legendario reino de las hadas, pero, ya en el siglo XII, Geoffrey de Monmouth pensaba que el nombre deriva de la traducción de "isla de las manzanas". Esto es altamente probable, debido a que, en el idioma bretón, manzana se dice aval, y en idioma galés se dice 'afal' (con la pronunciación de la "f" como "v").
Mitos relacionados
La isla legendaria fue utilizada como morada de brujos y hadas en numerosas fábulas de origen celta, siendo más conocida por su relación con las leyendas artúricas. Según la leyenda, tras la muerte del Rey Arturo en la batalla de Camlann, su cuerpo fue llevado para que reposara en la isla al cuidado de reinas hadas y de su hermanastra Morgana Le Fay. De acuerdo a otras leyendas, Arturo simplemente duerme (debajo de una colina hueca) y espera el momento para regresar como Rey de Inglaterra.
Otras historias cuentan que este fue el lugar en el que Jesús de Nazareth desembarcó en las islas británicas en compañía de José de Arimatea y que, años más tarde, fue el lugar en el que se erigió la primera iglesia de Gran Bretaña. Posiblemente esto se refiera a la iglesia de Glastonbury.
Teniendo en cuenta la referencia a las manzanas, ha habido también quien ha relacionado los mitos celtas de Avalón con el helénico Jardín de las Hespérides.
En cualquier caso, el mito más importante asociado al lugar siempre ha sido el artúrico, fundamentalmente gracias a la aportación de Thomas Mallory en su Le Morte d'Arthur, referencia esencial de toda la literatura posterior sobre la historia del célebre rey.
Ubicación
La leyenda sitúa Ávalon en algún lugar no especificado de las Islas británicas, aunque ya a principios del siglo XI algunas de las tradiciones artúricas indican que este lugar puede estar situado en Glastonbury, donde antes de que la zona de la llanura de Somerset fuera dragada, existía una colina (Glastonbury Tor) que se elevaba como una isla en medio de los pantanos. Según el cronista medieval Giraldus de Cambrai, Durante el reinado de Enrique II, el abad Hernry de Blois patrocinó una búsqueda en la zona, lo que, al parecer, llevó al descubrimiento de un enorme ataud de roble con una inscripción que rezaba Hic jacet sepultus iclitus rex Arthurus in insula Avalonia. ("Aquí, en la isla de Avalón, yace el Rey Arturo"). De Cambrai cuenta como los restos fueron trasladados en una gran ceremonia a la que asistieron el Rey Eduardo I y su consorte, y, según él, ahora estarían en el altar mayor de la abadía de Glastonbury, sitio que se convirtió en un foco de peregrinaje hasta la reforma anglicana.
En cualquier caso, actualmente se considera que la asociación de Glastonbury y Avalón no es sino un fraude. Los motivos son varios, entre ellos la propia inscripción, que parecería más adecuada al estilo del siglo X, muy lejos de los siglos V y VI en el que presuntamente Arturo vivió y murió. Por no mencionar la falta de referencias contemporáneas al descubrimiento, hecho que no habría pasado desapercibido. Todo esto hace pensar que la historia fue creada por la misma abadía para aumentar su reputación.
Algunos estudiosos de las leyendas artúricas han situado Avalón en la Ile Aval, en la costa de la Bretaña, mientras que otros la han ubicado en Burgh-by-Sands, en Cumberland, junto a la muralla de Adriano, donde se levantó el fuerte romano de Aballava, y otros más cerca de Camboglanna, en lo que ahora se llama Castlesteads.
En cualquier caso, como se ve, muchos son los que reclaman para sí la verdadera ubicación de la isla de las hadas. Parece que las brumas de Avalón cubren con su mítico velo el lugar de reposo de Arturo Pendragon.
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