5.9.07

Cantar

El Cantar de los nibelungos es un poema de la Edad Media, escrito sobre el siglo XIII, anónimo, de origen germano, dividido en 39 cantos.

También es conocido como Nibelungenlied (del alemán, idioma en que está escrito, literalmente significa Canción de los nibelungos) o Nibelunge Not (por las palabras que aparecen en el último verso del manuscrito hallado en Hohenems, Suiza, que significaría Pena o necesidad de los nibelungos).

Este cantar de gesta reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas que por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de personajes, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar del mío Cid para España o el Cantar de Roldán en Francia.

En el Cantar se narra la gesta de Sigfrido, quien valiéndose de ciertos artificios consigue la mano de la princesa Krimilda. Sin embargo, una torpe indiscreción femenina termina por provocar una horrorosa cadena de venganzas. El traidor Hagen descubre que Sigfrido es invulnerable por haber sido bañado con la sangre de un dragón, salvo en una pequeña porción de su espalda donde se depositó una hoja de tilo, y la sangre no tocó su piel. Aprovechando este punto débil le mata a traición en un arroyo. Krimilda se refugia entonces en la corte del rey Etzel, y deja pasar el tiempo, hasta que en un banquete convocado por Etzel, Krimilda consigue que su propio pueblo sea eliminado a traición. Tanto Hagen como la propia Krimilda fallecen en la espantosa carnicería subsecuente.

El compositor alemán Richard Wagner se inspiró en alguna medida en este poema épico, y en la tradición mitológica germánica para componer la tetralogía El anillo de los nibelungos.

Estructura

Sigfrido vence a los nibelungos
En el reino de los nibelungos, vivía un rey llamado Nibelungo, que tenía dos hijos: Schilbungo y Nibelungo. Ambos murieron a manos de Sigfrido.


El punto débil de Sigfrido
La acción del poema es la siguiente: Sigfrido y Krimilda son dos hijos de reyes. Tras múltiples peripecias, se conocen y se casan. Por otra parte, el hermano mayor de Krimilda, el rey Gunter, desea casarse con Brunilda, reina de Islandia, caracterizada por su belleza, su vigor físico y su bravura. Sigfrido ayuda a Gunter y le presta su manto mágico, con el que Gunter consigue su propósito.

Al poco tiempo surge la enemistad entre Brunilda y Krimilda cuando se descubre la treta entre Sigfrido y Gunter, por lo que la primera decide vengarse a través de Hagen, un caballero de la corte de Gunter que desea poseer el tesoro nibelungo de Sigfrido. Y lo hace a traición, ya que averigua por Krimilda cuál es el punto débil de Sigfrido, cuya imbatibilidad se atribuye a la sangre de un dragón con la que bañó su cuerpo. Hagen mata en una cacería a Sigfrido, arrebata el tesoro a Krimilda y lo esconde. El ataque mortal a Sigfrido es posible ya que, al momento de bañarse con la sangre del dragón, una hoja cubrió la espalda del héroe a la altura del corazón, dejándola vulnerable.


La desconfianza de Hagen
La segunda parte sucede trece años después de estos hechos. Atila, rey de los hunos, desea casarse con Krimilda, la cual, deseosa de vengarse de los asesinos de Sigfrido, accede. Krimilda va al reino de Atila, se casa con él y tienen un hijo. Pasan trece años y la heroína pide a su esposo que invite a la corte a su hermano el rey Gunter y su séquito. Este accede, pese a las recomendaciones en contra de Hagen.


Venganza de Krimilda
Gunter y Hagen parten acompañados de mil guerreros y tras un largo viaje llegan al castillo de Atila. Poco tiempo después de su llegada empiezan las escaramuzas, al principio con poca intensidad, pero después se generalizan. Mueren primero los caballeros menos importantes, y después lo hacen los de más valor. Hagen asesina al hijo de Krimilda y Atila. Al final, Gunter y Hagen caen derrotados y presos. Krimilda exige a Hagen que les diga dónde está el tesoro de Sigfrido, y tras la negativa del prisionero, lo mata. El rey Atila reconoce el valor de su enemigo Hagen, por lo que reprocha a Krimilda su muerte; su pesar es compartido por el caballero Hildebrando, que decide vengar a Hagen yen el intento asesina a Krimilda. Con este sangriento desenlace concluye el Cantar de los nibelungos

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