La historia del Lazarillo de Tormes es la de un aprendizaje social: determinado por su origen deshonroso, Lázaro aprende la falsedad de las conductas de los otros.
Por eso, al final, decide vivir según las normas de la falsedad.
El autor de la obra se disculpa por utilizar un estilo grosero, refiriéndose a que posee un estilo llano, vivo, pero muy real, ya que se ajusta perfectamente a la realidad de aquel entonces.
La obra ejemplifica el ideal lingüístico del Renacimiento de naturalidad y sencillez.
La constante permanencia del humor es una de las principales virtudes de la novela; derivado de las trampas entre el criado y el amo. Y el uso de la ironía e incluso la sátira por parte del narrador, es la principal aportación de la mirada del protagonista sobre la vida.
Ni ira, ni rencor; sólo una profunda mirada que le permite burlarse suavemente.
Lazarillo de Tormes es una novela itinerante; Lázaro recorre en sus peripecias distintos espacios y lugares, todos ellos urbanos y reales en las ciudades de Salamanca y Toledo (como por ejemplo el río Tormes, Escalona, Almoraz, el río Tajo...), que junto con el acercamiento a la realidad, tanto del personaje como de la narración, hacen una novela radicalmente original.
Si todavia no lo has leido, te lo recomiendo leer un resumen completo desde aqui.
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